lunes, 27 de mayo de 2013

PERIÓDICO MÍO








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ESCASEZ DE BASURA EN SUECIA OBLIGA A IMPORTARLA DE EUROPA


Generar energía para los hogares es la primordial tarea de la basura en Suecia
El titular no es una equivocación. Aunque parezca una broma, este país utiliza su basura en la generación de energía y como se le acabó, está solicitando unas 800.000 toneladas para su procesamiento.
 Para aquellos que aun no comprenden el valor que tiene la basura que ellos producen, resulta totalmente extraordinario que un país del llamado primer mundo, tenga que importar basura del resto de Europa, para poder producir la energía que necesita para otras actividades de su economía.
 Esto es increíble para países como el nuestro que aún no entienden que la basura es una verdadera mina de oro. Así es. El manejo de residuos para países como  Suecia, Suiza, Austria, Alemania, Países Bajos y Noruega, es una industria que da trabajos y genera utilidades ayudando al medio ambiente. En Colombia viven algunos que quieren seguir enterrando la basura, porque el sistema ha dejado por fuera a unas cuantas familias de la alta sociedad sin su negocio perverso.
Reciclar es toda una cultura que genera conciencia social.
Europa mantiene mejores hábitos a los del resto del planeta en manejo de residuos. Generan en promedio seis toneladas de basura, pero los suecos rompen la media consiguiendo que su cuota anual de basura sea de media tonelada gracias a una impecable práctica de reciclaje, lo que les permite llevar al vertedero solo un 4% del total.  



Países tan fríos como estos, con escasos recursos tan para conseguir energía, la basura suple el importante servicio  de dotar con calefacción a los miles de habitantes. Pero como son tan limpios, deben importar basura. Unas  800.000 toneladas serán importadas para generar calefacción según informó la asesora de la Agencia de Protección Medioambiental de Suecia, Catarina Ostlund, a la emisora Public Radio International.
Saber qué hacer con la basura es más importantes que tener un sistema de recolección y acumulación para no volver a verla.
Pese a que el país escandinavo es el “líder global en recuperación de energía a partir de basura, actualmente tiene que importar unas 800.000 toneladas anuales de residuos del resto del continente. 
 Noruega es el país que más exporta residuos a su vecino. Sin embargo, Suecia sale beneficiada ya que, además de recibir una compensación económica por hacerlo, generar energía para sus ciudadanos y aprovechar su capacidad de incineración, los restos contaminantes; es decir, metales pesados que sobran tras la incineración, son enviados a Noruega.
De acuerdo con el sitio web www.aneki.com, Suecia es, junto con Suiza, Austria, Alemania, los Países Bajos y Noruega, uno de los países que cuenta con el índice de reciclaje más elevado a nivel global.

¿Holanda cerraría cárceles por falta de presos?

Las autoridades penitenciarias de Holanda decidieron cerrar 8 prisiones debido a la falta de reclusos. Holanda cuenta con una estructura carcelaria para albergar a 14.000 reos pero el número actual es de 12.000.
Para reajustar la situación, las autoridades del país cedieron cárceles a sus vecinos belgas en régimen de alquiler. Con esta fórmula, Holanda ingresa cerca de 30 millones de euros únicamente con el centro penitenciario de Tilburg, situado en el sur del país.
En paralelo, se ha planteado la necesidad de reducir drásticamente el tamaño del personal de las instituciones penitenciarias. Con esta medida se podrían eliminar 1.200 puestos de trabajo.
Entre 1985 y 1995, el Estado holandés dobló el número de celdas debido al aumento de la criminalidad en la década del '70.
En 1989 se introdujo un cambio en el Código Penal por el que el juez podía imponer como sanción un número de horas de trabajo en servicio a la comunidad en lugar de la pena de prisión. Estas sanciones se pusieron en marcha en 1997 y el número de encarcelados con pena de más de seis meses bajó de 23.500 a 18.000.
Este nuevo modelo defendía que los trabajos en favor de la sociedad favorecían la reinserción social del transgresor, al no estigmatizarlo como un criminal con la pérdida de libertad. En este sentido, el número de reincidentes era 20% inferior entre los que habían realizado trabajos sociales que entre los que habían estado en prisión.
También hay argumentos económicos que justifican la aplicación de este sistema. Un delincuente castigado con trabajos sociales sigue con su empleo y realiza las tareas en tiempo libre, mientras que un preso cuesta al Estado 100.000 euros por año.
Otra de las razones de la disminución en el índice criminal tiene que ver con la legalización de algunas drogas (acompañado seguramente de una política educativa con respecto a sus usos y efectos).

En Estados Unidos, el país que tiene mayor promedio de encarcelamiento y un total de más de 2.3 millones de presos, una de las objeciones que se hace se ante la legalización de la marihuana es que generaría mayor crimen y mayor consumo, algo que los casos de Portugal y Holanda desmienten.
Holanda tiene una población de 16.6 millones y solo 12 mil prisioneros, California, por ejemplo, tiene una población de 36.7 millones y una población de prisioneros de 171 mil, muchos de ellos precisamente en la cárcel por fumar o vender marihuana.